domingo, 23 de septiembre de 2007

EVOLUCION DEL CONCEPTO DE EVALUACION

Antiguamente se esperaba que todos los estudiantes aprendieran de la misma forma e igual ritmo, sin embargo, los docentes se fueron dando cuenta que en la realidad educativa, esto no se cumplía, ya que no todos los alumnos aprenderán de la misma forma, por ese motivo se hizo necesario hacer una revisión y modificación de las practicas pedagógicas y evaluativos.
En estas ultimas décadas, el concepto de evaluación ha sufrido una profunda transformación debido a las nuevas demandas educativas y sociales.
En primera instancia, vemos que la evaluación revela un carácter cuantitativo en el que se pretende asignar números a determinados objetivos educativos y apuntando siempre a los resultados del proceso de aprendizaje de un determinado grupo de personas. La evolución del concepto de evaluación, ahora más bien aparece como una evaluación centrada en el logro individual, como un proceso donde el docente pasa a cumplir un rol de guía o “facilitador” del conocimiento, otorgando autonomía a los alumnos para que ellos mismos, de alguna u otra forma logren construir su propio aprendizaje.
Actualmente la evaluación tradicional aborda casi la mayoría de los establecimientos educacionales, evaluando en términos de logros o resultados, escuchando, memorizando y repitiendo los contenidos que dicta el profesor o a través de pruebas de lápiz y papel, midiendo solo la adquisición del contenidos.
Pero existe un nuevo modelo didáctico que centra su evaluación en los procesos de aprendizaje más que de los resultados mismos, llamada “evaluacion alternativa o autentica” que mide el proceso del estudiante en forma distinta a los exámenes o pruebas tradicionales. Aquí la evaluación busca que el estudiante desarrolle ciertas capacidades y habilidades de pensamiento, comprensión de los contenidos y su relación con la vida real, dejando al alumno la responsabilidad de aprender. Por otro lado, la evaluación debe tomar en cuenta el propio desarrollo del alumno, sus expectativas, sus estilos de aprendizaje, sus ritmos e intereses. De ahí en adelante, la evaluación tiene que crear un aprendizaje significativo, respetar el desarrollo individual y necesidades que tenga el alumno.